Naturaleza urbana en sociedad

Deshacer lo andado

Desde la necesidad de divulgar en positivo para generar conciencia individual, sin caer en la utopía ni en el catastrofismo, con el objetivo de reflexionar sobre cuestiones diversas en relación al conocimiento de lo urbano verde y del verde rural se requiere explicar acciones, incorporar contenidos ricos para aproximar la naturaleza (urbana o no) desde la literatura, la música, el arte, la educación, la filosofía y todas las artes y ciencias, porque sólo desde la proximidad, entenderemos que nos estamos disociando de ella, especialmente la sociedad urbana. Necesitamos aproximar la naturaleza a lo urbano, fusionarlo, para readmitirla en sociedad, tolerarla, amarla y respetarla, pero también para ganar el respeto por las acciones técnicas que devuelvan la confianza en las intervenciones de alcance que se requieren, y que urgen hoy más que nunca, en un entorno constatado de emergencia climática. Por ello, ya entrado el verano, ahora que unos salen y otros entran de vacaciones, en un periodo que invita a la reflexión y a la voluntad de incorporar voluntades y proyectos con el inicio del curso escolar, os propongo echarle un vistazo a este post.

Como ya sabéis este blog surge de la necesidad de traducir a la ciudadanía algunas actuaciones y condicionantes desde mi perspectiva de gestora de un servicio de parques y jardines. 
Los funcionarios que gestionamos el verde público pertenecemos a la rama de la ingeniería. Gestionar sólo aplicando nuestro conocimiento sin transcender a la sociedad civil tiende al fracaso. Pero partimos del deterioro profundo del respeto generalizado hacia la función pública y al funcionamiento de las instituciones públicas. Asistimos además a un cambio profundo en la sociedad, con la incorporación de herramientas como las redes sociales para las que los gestores no hemos sido preparados. La ciudadanía quiere información, y cuando se le da a menudo la cuestiona. 


Existe además una fractura en los valores individuales, donde el individuo no hace suya la responsabilidad de conservar o proteger el patrimonio público,  y tiende a desentenderse de ello y demanda un servicio  público, sin compromiso de pertenencia, ni obligación de participación en la conservación. La limpieza urbana es la prestación que mejor refleja lo que describo ya que fracasa en mayor medida. No es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia. Liderar una ciudad sucia, suele corresponderse con liderar una sociedad insolidaria e irrespetuosa con lo público. Por ello hoy más que nunca hay que profundizar en la necesidad de concienciar desde lo individual, lo común en local, (nuestro pueblo o ciudad) y lo común en global, nuestro planeta.


Ya inmersos  en periodo vacacional, nos desviamos y ampliamos el alcance: Con la pretensión de trascender y dado que la mayoría  de las acciones que acometemos en lo urbano siguen conectadas a lo rural, e influyen enormemente, repasamos las numerosas iniciativas individuales desde las que se puede sumar mucho materializando desde lo individual un gran colectivo y que os propongo:
- Necesitamos identificar especialmente los urbanitas a nuestros enemigos, y que son:

  1. La comodidad y la falta de tiempo, la pereza asociada.
  2. La pérdida del valor de las cosas, tanto de lo público como de lo privado, que caduca por obsolescencia programada, además de lo abocados que estamos a la sociedad de consumo
  3. La necesidad de búsqueda de protagonismo con las redes sociales, y la pérdida de relaciones desde la proximidad. (Administraciones digitales, teléfonos con centralitas impersonales, banca electrónica, compra online, etc.). Ninguna conversación de WhatsApp sustituye a una personal y la mayoría hemos sido víctimas de malos entendidos.

- Necesitamos materializar acciones concretas que os propongo practiquemos en verano, cada uno en el nivel de intensidad que desee:

  1. Decidir consumir menos plástico, identificando esta iniciativa como una necesidad y hacerlo con creatividad.
  2. Comprar en local, compra donde puedas ir caminando, adquiriendo en tus rutinas la preferencia por producto local y de temporada. 
  3. Elige medio de transporte en tus viajes de ocio y laborales (si es posible), y tus rutinas con conciencia. En poco tiempo han salido a la luz infinitas herramientas y artículos que dibujan su huella de carbono o lo que contaminan. 
  4. En tus trayectos por carretera reduce la velocidad a la óptima de consumo, cambia la máxima permitida por la óptima y disfruta de llegar un poco más tarde a tu destino.
  5. Recicla y minimiza el residuo.
  6. Lee y escucha.
  • Lee.-   Para este verano, en ese intento de tomar conciencia de la necesidad de deshacer lo andado, os recomiendo la lectura de el título: La tierra desnuda, de Rafael Navarro de Castro, editado por Alfaguara. A través del su protagonista, Blas nos describe la transformación social y física de una sociedad y un paisaje. Refleja muy bien la transformación de la sociedad rural y como debemos deshacer lo andado.
  • Escucha.- Volver a la esencia, recuperar tradiciones, paisajes, y profesiones resulta más que necesario. En la línea del libro que os recomiendo, el audio del El bosque habitado dedicado a la Trashumancia, pone en el valor el pastoreo, nos hace conscientes con cierta nostalgia de la importancia de recuperar paisajes en regresión, abocados como estamos a la pérdida de patrimonio material e inmaterial, consecuencia de la despoblación. Acompaño esta noticia relacionada publicada en el Diario de Córdoba. Los incendios desbocados son a menudo consecuencia de la falta de intervención sobre el paisaje. Muy en boga la corriente de lo vegetariano y lo vegano, existe un equilibro y un recorrido en la defensa de las razas  de pastoreo y trashumantes y sus productos, carne, leche y lana, y la salvaguarda de las profesiones, poblaciones y paisajes que pueden recuperarse en torno a ello. 
  • Por último, sal y mira observando y crea tu propia conciencia individual real que te hará implicarte en la necesidad de participar en el cambio.


Deshacer lo andado, transición contraria. Lo que podemos hacer desde lo individual y lo local muchos pocos, puede revertir una tendencia. ¿Te apuntas?
 

Inma Gascón

Ingeniero Agrónomo

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