El pasado verano se mandó a imprenta el vigésimo quinto tomo que completa el inventariado de toda toda la flora ibérica de la Península y las islas Baleares, catalogación comenzada hace 39 años. 

Algunos especialistas consideran este ingente trabajo como un hito en la clasificación de la biodiversidad vegetal ibérica. Sin embargo, dicho hito, como apunta Clemente Álvarez en el reciente artículo publicado por el Diario El País, adolece de visibilidad mediática de celebraciones, presentaciones, o anuncios oficiales. Parece que el impacto de catalogar especies resultara irrelevante, o no noticiable.

Como refleja el artículo de Álvarez, se trata de un proyecto que ha trascendido la vida profesional de numerosos científicos de diversas partes de la geografía ibérica.

¿Por qué visibilizamos hoy esta cuestión en el blog? Los gestores Municipales, hoy más que nunca, hemos comprendido la importancia de inventariar y mantener actualizado nuestro patrimonio verde, porque a duras penas uno puede gestionar lo que desconoce. En este ejercicio, apartado habitualmente de la ciencia, cometemos errores de catalogación, e interesa, que cuando se acometa, sea riguroso. Una vez más, ciencia y gestión deberían trabajar de la mano, algo muy necesario y apuntado en este blog.

Según datos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la biodiversidad está desapareciendo ahora a un ritmo mayor que en cualquier otro periodo de la historia de la humanidad. Desde 1970, se han reducido, de media, las poblaciones de mamíferos, pájaros, peces, reptiles y anfibios en un 70%, un dato abrumador que nos dibuja la relevancia de acometer acciones mitigadoras.

La estrategia de reparto de fondos de la Unión Europea, se centra en una primera fase en el impulso de ayudas al desarrollo de Planes estratégicos, para, en etapas posteriores desarrollar acciones concretas determinadas en los planes en horizontes de diferente alcance temporal y envergadura. La estrategia de Acción Nacional de Infraestructura Verde recoge esta misma línea de desarrollo. Todo ello nos aboca a la necesidad de conocer nuestro capital, para saber lo que tenemos entre manos y tratar de mitigar la inercia en la que nos encontramos; por ello hoy encuentro relevante y trascendental poner en valor el trabajo de años, desde el que trabajar en catalogaciones rigurosas.

Aprovecho y traigo a colación en esta línea, el libro “Bajo un cielo blanco”, de Elisabet Kolbert. Este título, que no es el primer referente de la autora, me ha parecido una joya relevante y muy contextualizado. Acostumbrado como está nuestro cerebro a percibir las consecuencias de nuestros actos solo en las consecuencias que percibimos en nosotros mismos, este libro recoge de forma sencilla, que no simple, ejemplos trascendentales que se están dando en el planeta. Contamos en este caso con una científica con una habilidad especial para la comunicación, lo que supone un lujo para el lector, visibilizando las repercusiones de nuestras acciones y decisiones en peces, corales, dióxido de carbono liberado y capturado, y otros, más allá de nuestro entorno próximo, que no vemos pero que provocamos.

Habla del error de una Rachel Carson, y me gusta. En el ejercicio de promover una lucha no química contra determinados efectos de la alteración de hábitats, recodaréis “Primavera silenciosa”; Elisabeth nos describe como la inspiración de Rachel Carson contribuyó al uso de agentes biológicos que, desde el desconocimiento, ha provocado en la actualidad no pocos desastres. Visibilizar que referentes como Rachel Carson, han devenido en acciones con consecuencias, humanizan referentes y nos ayudan a ser más prudentes en las decisiones que tomamos como gestores. El acierto de la autora visibilizando un error de un referente para todos, nos lleva a reflexionar sobre nuestro quehacer diario, replanteándonos los nuestros, los que devienen de nuestras actuaciones profesionales, y más hoy en día donde la sociedad y los medios tienden a mostrar solamente casos de éxito. Porque errores compartidos evitarían fracasos de terceros.

Por último, recientemente ha caído en mis manos esta noticia, publicada en el Diario digital El Español, titulada Liberar los bosques subterráneos del mundo para reverdecer el planeta; mi hija Martina está trabajando esta semana en un proyecto relacionado con el cambio climático. Resulta crucial que incorporemos a niños y adultos lecturas y noticias de artículos en positivo, en especial para aquellos que tienen que trabajar a futuro en las herramientas de adaptación y mitigación, con actitud realista y positiva, y sin ecoangustia. Este es en todo momento el sentido del Blog.

Disfrutad, trabajad con rigor en lo que hagáis y con espíritu crítico, repensando bien los posibles efectos de nuestras decisiones a futuro y sea como sea, no dejéis de hacerlo con espíritu positivo.