Naturaleza urbana en sociedad

Estados de ánimo

Para una reclusión serena, no voluntaria, con el contraste del inicio de la primavera, pero sin poder salir a disfrutarla, en la búsqueda de otras alternativas de aproximación, Pablo nos regala esta entrada, celebrando que ayer fue el día mundial de la poesía, porque arte y naturaleza se inspiran.

Hace algún tiempo me interesé por el mundo de la investigación y desde hace algunos meses la cosa se ha puesto más seria. No obstante, no quiero angustiarme sumergido por los mitos de estudiar un doctorado. ¡He (re)descubierto la poesía!, La escrita por mí y la escrita por otras y otros poetas.  Como remedio. Como energía. Como inspiración. Como nubes donde jugar y ríos en los que mojarme. He visto en la poesía una forma extraordinaria de acercarse al mundo y a la naturaleza. También, porqué no, como fuente de hipótesis. Quien conoce la gravedad conoce también la manzana y el manzano ¿Verdad que sí? La naturaleza en sí misma es un acto poético, y la poesía, nos ofrece con su mirada respuestas a un mundo, ajeno y propio, a veces, en sólo una estrofa, en tan sólo un verso.

Os invito a leer algunos poemas que vaya descubriendo e iré compartiendo aquí con vosotros y vosotras para mirar, sentir y conectar con la naturaleza.   

El primero que compartiré nos habla precisamente sobre la mirada a las emociones. Me parece que al escribir este poema Mario Benedetti emplea la poesía como medio para proyectarse en la naturaleza. Con este lenguaje, el poeta se convierte él mismo en los elementos y objetos de la naturaleza que le van a guiar y ayudar a dar forma a sus sentimientos y estados de ánimo internos para concluir, finalmente, compartiendo con nosotros un gran autodescubrimiento: cuando miramos a la naturaleza nos miramos a nosotros y nosotras mismas. 

Unas veces me siento 

como pobre colina

y otras como montaña 

de cumbres repetidas

 

Unas veces me siento

como un acantilado

y en otras como un cielo

azul pero lejano

 

A veces uno es 

manantial entre rocas

y otras veces árbol

con las últimas hojas

Pero hoy me siento apenas

como laguna insomne

 con un embarcadero

ya sin embarcaciones

una laguna verde

 inmóvil y paciente

conforme con sus algas

con sus musgos y sus peces

sereno en mi confianza

confiando en que una tarde 

te acerques y te mires

te mires al mirarme. 

Espero hayáis disfrutado de esta mirada tan inspiradora que nos hace poeta y poema. Que estas metáforas permitieran descubrir una compañera adentro y afuera. Que nos sigamos viendo en verde. Hasta los próximos versos… 

Pablo García

Psicólogo en Educación y Desarrollo Evolutivo y Arteterapeuta

Artículos del autor