Los conservadores del verde público desarrollamos nuestra actividad centrados en el verde. Nuestros inventarios, (no siempre actualizados), recogen cuánto de verde de esto o de lo otro hay en nuestros jardines. Computamos en medición, y nuestras preocupaciones giran en torno a que éste presente un aspecto saludable y ausente de plagas y enfermedades.

Sin tratar de hacer hoy un compendio de gestión de plagas, tan concentrados estamos en su erradicación, y en la salud de los vegetales dispuestos en nuestros jardines y arbolado viario que, en ocasiones, nos pasamos en la simplificación del uso de las especies vegetales tendiendo a la repetición y la monotonía, y empleamos verde simplón y facilón, de ese que no nos presenta batalla con una plaga compleja y luce lustroso sin complicaciones.  Otras veces la cosa se nos complica porque especies que no nos daban problemas, resultan atractivas a nuevos bichos forasteros, llegados de tierras lejanas y se instalan a disfrutar de la fiesta sobre especies concretas, careciendo de enemigos naturales locales para que el sistema se regule y nos toca tirar de registro fitosanitario sin demasiado éxito.  El RD 1311 de 2012 de Uso Sostenible de Fitosanitarios venía a acotarnos en un uso racional de éstos, especialmente en entorno urbano, máxime teniendo en cuenta que la mayor parte de la población reside en ciudades.

Pero no quiero desviarme del asunto, otro día profundizaremos en este otro mundo apasionante de la gestión de plagas.

Yo me proponía hoy hablaros de “los otros”; hace años que David García y Manuel Suarez me enseñaron a ver a “los otros” residentes del Bosque de Bellver (murciélagos y pájaros, y muchos otro más) y su interrelación de equilibrio en el control de la gestión de plagas.

¿Conocemos los gestores de los parques y arbolado viario el inventario de “los otros”? Gatos asilvestrados o en colonias, pájaros, mosquitos, ratas y ratones, palomas, insectos y murciélagos, muchos animales a los que no vemos pero que están presentes. 

¿Por qué si muchos de nosotros crecimos con La abeja maya, y hemos llevado a nuestros hijos a ver Bichos, no somos capaces de entender y gestionar conociendo el todo?

Muchos responderéis que, si no llegamos a manejar con acierto el verde, ¿Cómo vamos a meternos en otros jardines? Aún de acuerdo en parte con ello, a la vista de los efectos que el verde nos muestra de debilidad, y  escuchando a los científicos que nos hablan de la pérdida de biodiversidad, vamos a tener que salir de nuestra zona de confort, y reestudiar las especies que plantamos en nuestros jardines, conocer a “los otros” que residen en ellos, y al menos, antes de caer en la moda de disponer de hoteles de insectos en nuestros parques, no deberíamos hacerlo sin conocer previamente quienes los habitan.

Como apunta con gran acierto Menno en el ultimo capítulo de su libro Darwin viene a a ciudad, constituye un reto que científicos, gestores, y ciudadanos voluntarios consigamos aproximarnos y emplear un espacio común de conocimiento, visibilizando el otro mundo invisible. Si ya puestos consiguiéramos darlo a conocer a las escuelas, conseguiríamos como apuntaba Manuel Pomar en su último post publicado, conocer nuestro presente sobre el que mejorar nuestro futuro. ¿Te imaginas? 

Cerrando la cabecera, la referencia a la película  “Los otros”, como idea sobre la que publicar el post de hoy, juega con el sentido de que no vemos a "los otros" que también están presentes; debemos visibilizarlos, darlos a conocer y considerarlos en la toma de decisiones.

El dibujo es de Martina, dedicarse a esto a veces requiere compartir tiempos y contenidos con tus hijos y hoy ella participa mostrándonos su vena artística.