Naturaleza urbana en sociedad

No podemos comprar tiempo

La frase de hoy suena muy filosófica y podría atribuirse a múltiples momentos en los que la vida no nos da, y nos falta para momentos de ocio, disfrutar de familia o amigos, o de ciertas oportunidades.

Sin embargo, es una frase del curso de Raíces impartido por Josep Selga dentro de las actividades formativas de la Asociación Española de Arboricultura, hace apenas unas semanas. Así, el artículo y la entrada de cabecera de hoy atiende sobre todo a aspectos de tecnología de la jardinería.


Los que seguís este blog conocéis las materias y asuntos diversos que tratamos y hoy, quiero volver a la cuestión técnica de las labores de ejecución de trabajos de obra y conservación en jardines, como es la cuestión fundamental de la labor de plantación de arbolado.


Lo sabemos todo pero seguimos cometiendo errores. Todo surge de una serie de conceptos conocidos en general por los profesionales que ejercemos en este mundo que conviene refrescar y compartir para no perder tiempo, ni oportunidades. Repasemos:

  1. La mayor parte de las plantaciones que fracasan obedecen a árboles plantados en exceso en profundidad. Con frecuencia el cuello del árbol queda por debajo de la cota de rasante del alcorque.
  2. Otra parte importante del éxito o fracaso de las plantaciones radica en la disponibilidad de un suelo bien drenado.
  3. Debemos preparar bien el hoyo de plantación, y dar espacio al desarrollo de las raíces, dimensionando las características y disponibilidad del terreno de proximidad al cepellón hasta 2/3 veces su diámetro, garantizando el alojo de las raíces que vendrán. El éxito de las plantaciones depende de su posibilidad de emitir raíces, no crecen hacia abajo ni sin buen suelo.
  4. Si quieres un árbol grande (de forma rápida o no) planta un árbol pequeño. Con frecuencia recurrimos a presentaciones de arbolado y arbustos de grandes dimensiones, sobre todo en jardinería pública o con clientes impacientes con la intención de dar la sensación de parques terminados. 
    • Cuando lo hacemos, los costes de plantación en los que incurrimos asociados al propio concepto de suministro del arbolado se ven incrementados por mayores costes en los portes, maquinaria y mano de obra necesaria o empleada en la labor de plantación. 
    • Está constatado, que los árboles grandes presentan una mayor dificultad para emitir nuevas raíces y a partir de éstas continuar con el crecimiento de la copa.
  5. La calidad en los viveros: Necesitamos una comunión de las ciudades con los viveros, no podemos no trabajar juntos. La relación entre la  disponibilidad y el consumo, resulta clave, especialmente porque se trata de empresas vivas, donde lo que consumimos hoy fue puesto en producción hace cuatro o cinco años. Por ello, “es justo y necesario” que recalibremos nuestras  preferencias y trabajemos de la mano con los viveristas. 
    • Los productos que consumimos no son tornillos, y si no se consumen en campaña pueden espiralizar, interesa ajustar las producciones a las ventas, ofrecer planta de calibre y tipo de presentación “sin trampas”, que prosperen sin dificultades en el proceso de arraigo.
    • Resulta clave, conocer la calidad del arbolado en los viveros, sus procesos de repicado y el estado de los cepellones. 
  6. Mucha inversión o toda la inversión requiere sí o sí de acompañamiento de un buen plan de mantenimiento.
  7. Atención a las especies, alojan y nos traen plagas sin enemigos y sudamos la camiseta luchando sin pistolas.
  8. Necesitamos suelo para las raíces, sin peleas de accesibilidad y con aceras peatonales amplias y transitables. 
  9. Recurramos a calibres menores, compatibles con el exceso de vandalismo, y salgámonos de ello solo en excepciones. 
  10. Las especies no son sólo ornato, “paletas de colores”, formas y volúmenes. Debemos pensar en el árbol consolidado en su óptimo momento de desarrollo para que no se conviertan en un calvario de vecinos sufridores de deservicios ciudadanos. Se requiere de conocimentos técnicos de adaptación al medio físico. Los experimentos con gaseosa y en casa.

A veces, presos de la impaciencia duplicamos densidades para tener antes un efecto de cobertura de sombra. No sería equivocado si llegado el momento adecuado fuésemos capaces de prescindir de los que sobran para no disponer con los años de masas arboladas con defectos estructurales que las hacen inestables, y sin posibilidad de mostrar su óptimo desarrollo.

En definitiva, que la prisa no nos nuble.  Vivimos en un momento clave, los que vivimos la reposición del arbolado en las ciudades sabemos que cada vez cuesta más el arraigo. Toca de forma obligada hacer autocrítica, promover, chequear y garantizar el éxito de las plantaciones.

No podemos ni debemos comprar tiempo, por ello recurramos a árboles jóvenes mejor plantados para ciudades más verdes, habitadas y habitables.

No cuento nada nuevo, Gerard Passola, Josep Selga, Salvador Cañís, y muchos otros referentes clave llevan años pidiendo cordura, profesionalidad y sentido común.

Más con menos, invertir la inversión en arboles más pequeños y mejores suelos, porque no podemos comprar tiempo ¿Te imaginas? 

"El espacio-tiempo es el modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados. En este continuo espacio-temporal se representan todos los sucesos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad y otras teorías físicas."

Inma Gascón

Ingeniero Agrónomo

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