Naturaleza urbana en sociedad

El árbol en la ciudad, por Jacobo Llorens

Hace unos meses la Asociación Española de Arboricultura publicó "el Árbol en la Ciudad". Hacía años que rondaba en la cabeza de Jacobo la necesidad de materializar este libro. Hoy, con la confianza y admiración que le profeso, le he pedido a Jacobo que sea él quien nos hable de la formación en torno al Arbolado en España, y nos emplace en el lugar que este libro pretende ocupar en la bibliografía en lengua hispana sobre tecnología de arbolado.

Empecemos cogiendo el toro por los cuernos. En el ámbito profesional en el que desempeño mi trabajo, el de la jardinería pública, específicamente sobre el arbolado urbano, es recurrente constatar que los técnicos que dirigen los Servicios de Jardinería y los propios que dirigen las empresas que ejecutan los trabajos carecen de la formación adecuada en arboricultura urbana o, usando un término más en boga, en Urban Forestry. Sin ánimo de ofender a nadie. No todos, cierto, pero sí la mayoría. ¿Por qué? Porque en las carreras universitarias donde han obtenido sus títulos oficiales (Biológicas, Agronomía o Forestales) en el currículum académico la arboricultura, la moderna, no aparece por ningún lado. En este sentido creo que un gran paso en la dirección correcta para revertir esta anomalía son el Máster de Arboricultura Urbana (UCM) y el Máster en Jardines Históricos y Servicios Ecosistémicos de la Infraestructura Verde (UPM).

Pero… son profesionales que obtuvieron su título tras años de estudios, de esfuerzo y sacrificio, por tanto, con toda la capacidad de ir incorporando conocimientos y experiencia a su desempeño profesional para cubrir esos agujeros de saber. Pero claro, para ello se necesita tiempo, voluntad y recursos económicos. Los tres. Y no es fácil cuando tu desempeño laboral diario ocupa prácticamente todo tu tiempo y esfuerzo. En nuestro país el esfuerzo por facilitar ese aprendizaje o adquisición de conocimientos de arboricultura moderna ha estado fundamentalmente coordinado por la Asociación Española de Arboricultura (AEA) a través de cursos, talleres, seminarios, congresos, publicaciones, etc. Y, certificando esas adquisiciones con el apoyo del European Arboricultural Council y sus European Tree Technician y European Tree Worker Certificationes.

Ahora bien, son nuevos tiempos y las redes sociales e internet posibilitan nuevas formas de conocimiento a través de diferentes plataformas con diferentes enfoques, prueba de ello es este mismo blog. Otro ejemplo siguiendo el mismo hilo conductor es el Instituto Latinoamericano de Arboricultura (ILA) del cual soy miembro Fundador y que, por ahora, no es más que una red, con la lengua común del castellano, de profesionales que trabajan directa o indirectamente en la gestión del bosque urbano, provenientes de distintos países (Colombia, Chile, México, Costa Rica, Perú, Brasil, Argentina, España, Costa Rica, EEUU y más) que intercambian información actualizada sobre las diferentes casuísticas locales a las que se enfrentan en su trabajo diario. En este grupo se acuñó el término de Arboricultura Posmoderna cuya definición vendría a ser algo así:

“La Arboricultura Posmoderna es la ciencia, experiencia, práctica y estudio paciente, mediante la observación, intuición e imaginación, del cuidado del árbol y de sus asociados, normalmente en áreas urbanas y periurbanas desde un enfoque sostenible y natural favoreciendo la participación ciudadana, en todas las etapas de la vida de un árbol”.

Es la propia AEA quien publicó recientemente mi libro “El árbol en la ciudad” (2021) que es a la vez origen/causa/razón de la propuesta de Inma de colaborar en este su blog en un especial sobre “Formación”. Es este un libro cuyos fundamentos teóricos son, en realidad, conceptos no muy implantados en la actualidad como: soluciones basadas en la naturaleza, ciudades biofílicas, participación ciudadana, crisis climática, intercambio desinteresado del conocimiento, sostenibilidad (económica, social y medioambiental), Infraestructura Viva o la educación medioambiental del “ciudadano”, por citar los más relevantes. Estos conceptos se desarrollan a través de los 30 capítulos del libro que creo que merece la pena citar como botón de muestra de la complejidad y extensión de la propia gestión del árbol en la ciudad:

Valor del árbol urbano- Diseño de espacios arbolados- Inventarios de arbolado urbano- Comunicación con el ciudadano- La gestión del riesgo del arbolado urbano- Gestión de los avisos ciudadanos y avisos urgentes- Gestión de los medios disponibles- Gestión de la seguridad e higiene laboral- Sistemas de Información Geográfica- Comunicación de resultados- Redes sociales y apps- Estado general del árbol- Calendario de trabajos de arboricultura- Organización de los trabajos de arboricultura- Establecimiento de arbolado- Entorno/suelo del árbol- La poda del árbol urbano- Actuaciones en la parte aérea del árbol- Técnicas de acceso al árbol- Interacciones con otros organismos vivos- Anormalidades normales- El sitio del árbol- Gestión de los residuos vegetales- Plan Director y Plan de Gestión- Plantación de árboles en la ciudad- Protección del árbol ante alteraciones de su entorno- Interacciones con agentes abióticos- Gestión del árbol de especial interés- Trasplantes de ejemplares grandes- Infraestructura viva. Y eso que ha quedado fuera del libro la Gestión Económica y la Legislación aplicable… Estamos hablando del desarrollo de casi 400 competencias técnicas que así mismo están desglosadas en un apéndice del libro. Sirvan como minúsculo botón de muestra:

- Determinar el valor económico de los ejemplares arbóreos por medio de métodos y normas de cálculo específicos

- Seleccionar las especies arbóreas adecuadas en función de las características edáficas y generales del lugar de plantación

- Desarrollar inventarios de arbolado urbano con SIG

- Realizar una evaluación de riesgo de árbol

- Resumir los principios y técnicas de plantación y trasplante adecuados

- etc., etc.

Sin esas competencias y sin los conocimientos, destrezas y capacidades asociadas, cómo si no sería posible desarrollar estrategias y políticas para la gestión del Bosque Urbano. O, cómo comunicar al ciudadano los beneficios de las soluciones basadas en la naturaleza.  O, cómo informar de los avances en las metodologías de diseño, conservación y mantenimiento de los árboles y palmeras presentes en los núcleos urbanos. O, algo fundamental para mí, formar “líderes verdes”  capaces de establecer las relaciones necesarias entre la gente y la naturaleza urbana.

En resumen, es im-pres-cin-di-ble  incorporar, en el currículo académico oficial del sector, y a todos los niveles, la Arboricultura Posmoderna, en toda su extensión. En beneficio del bienestar y salud del habitante de la ciudad.

Por cierto, el libro “El Árbol en la Ciudad” (470 pág.) ha sido editado por la Asociación Española de Arboricultura en una publicación de gran calidad (mi sincero y eterno agradecimiento) que se puede adquirir a través de su Tienda on line. En su afán de facilitar el acceso al conocimiento sobre arboricultura la AEA, allende los mares, la AEA también ha editado otros formatos con  versiones originales del propio libro que se pueden adquirir a través de Amazon (versión color, versión en B/N y versión Kindle).

Son tantos los beneficios asociados a los árboles, especialmente en nuestro caso para las/los urbanitas, que no entiendo como la arboricultura no ocupa un lugar relevante en la política o en los foros sociales. Así lo que espero es “un click”, que se encienda la mecha de una traca y que sea un punto de inflexión, como con las bolsas de plástico, que nos hicieron pagar apenas unos céntimos y ahora todos llevamos nuestra propia bolsa de casa, y que de repente ya no sepamos vivir sin “ver 3 árboles desde nuestra ventana, que nuestro barrio tenga un 30% de cobertura arbórea y con acceso a un parque ajardinado a menos de 300 m. de nuestro portal“ (Cecil Konijnendijk, 2021).

Jacobo Llorens

Arbolista

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