Naturaleza urbana en sociedad

La biodiversidad urbana, un aspecto fundamental para afrontar el cambio climático y favorecer el bienestar de la población.

El cambio global, es decir los cambios y usos del suelo, el cambio climático, las bioinvasiones, o la deforestación y el abandono de les actividades agrosilvapastorales, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, son fenómenos generados por el hombre y que afectan a escala planetaria. Nos encontramos en una crisis ambiental, generada por la sociedad actual, que aporta cultura, pero básicamente se basa con el modelo de apropiación que constantemente aporta riesgos y incertidumbres que están por debajo de la capacidad de carga de los sistemas naturales. Hoy hablamos de ello en el presente artículo abordando algo tan relevante y en boga como la biodiversidad urbana.

Ecología urbana

Los sistemas urbanos, siendo un sistema altamente productivo en cuanto a información, servicios, cultura y creatividad, se caracterizan por tener un déficit en términos ecológicos. También se basan en un metabolismo con una elevada entrada de materia y energía (combustible, electricidad, alimentos, etc.) que viene de fuera y, a menudo estos recursos son explotados más o menos a distancias lejanas y lo hacen mediante el transporte horizontal (vías ferroviarias, carreteras), que comporta la construcción de grandes infraestructuras sobre el territorio. Sin embargo, es un sistema en el que la producción primaria de elementos esenciales (agua, alimento) es muy inferior a su consumo energético, y los inputs de los materiales destinados al metabolismo urbano son también superiores a las salidas, siendo los mecanismos internos de reciclaje a veces inexistentes.

El cambio global, es decir los cambios y usos del suelo, el cambio climático, las bioinvasiones, o la deforestación y el abandono de les actividades agrosilvapastorales, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, son fenómenos generados por el hombre y que afectan a escala planetaria. Nos encontramos en una crisis ambiental, generada por la sociedad actual, que aporta cultura, pero básicamente se basa con el modelo de apropiación que constantemente aporta riesgos y incertidumbres que están por debajo de la capacidad de carga de los sistemas naturales.  Autores como Boada lo definen como “crisis civilizatoria” porque afecta las bases de la civilización occidental. Ha llegado el punto que estos fenómenos se incorporan y integran en los proyectos ambientales de zonas urbanas (Boada y Sánchez, 2012; Marlès, 2017).

 

Calidad de vida de la población

En 1900 un 10% de la población mundial vivía en ciudades, actualmente es un 54,8% aproximadamente. Se estima que para el 2050 será un 70% de la población mundial vivirá en ciudades (Naciones Unidas, 2018), y que una gran parte del PIB mundial dependerá de la biodiversidad y sus servicios (Dickey et al., 2021). La naturaleza en y entre las ciudades, enfoques metropolitanos para la conservación de la diversidad biológica. Estudios comparativos metropolitanos. Metropolis. Àrea Metropolitana de Barcelona. Local Governments for Sustainability.


La biodiversidad es una indicadora de sostenibilidad, incluso de calidad ambiental de un sistema, por tanto también lo es del sistema urbano, y también ayuda atenuar el cambio climático. Varios estudios demuestran que un incremento de la biodiversidad repercute en la calidad del entorno y aumenta la calidad de vida de la población, tanto a nivel físico como psicológico. La mayor parte de la población que vive en la ciudad busca naturaleza (parques y jardines) porque se pasa gran parte del tiempo en la ciudad, por eso son tan importantes los parques como lugar de intercambio de opiniones y percepción paisajística. El buen estado, el tamaño y la situación o facilidad de acceso a los espacios verdes aumenta la esperanza de vida, reduce las desigualdades de la salud, mejora el nivel de la actividad física, la promoción de la salud psicológica y el bienestar mental (Bulkeley et al., 2020, San Gil León et al., 2020; Marlès, 2017).
En las áreas urbanas existe un valor de concentración energético muy superior por metro cuadrado comparado con los ecosistemas naturales, ya que el ser humano es el ser vivo que consume más energía para mover materia, son áreas que soportan la mayor carga referente al consumo insostenible de recursos y el desarrollo de actividades económicas contaminantes, que todo ello afecta a la biodiversidad (Bulkeley et al., 2020, San Gil León et al., 2020; Boada y Gomez, 2008).


Desfronterización de la ciudad
Algunos autores, como Boada (2000) y Terrades (2001), han descrito la ciudad como un ecosistema. La ciudad es un sistema esencial que se extiende a lo largo del territorio, siendo el territorio-ciudad un todo, un continuum desfronterizado (Nelo, 1998). La aproximación empleada para tratar la biodiversidad urbana se basa en que la ciudad debe conectarse al espacio natural adyacente de tal modo que se desfronterice el punto de unión entre ambos sistemas. Magalhaes (2007) ya formulaba la necesidad de eliminar la ruptura entre el campo y la ciudad por la defensa de una nueva calidad de vida, o Ribeiro y Barao (2006) también lo hacían resaltando la necesidad de los corredores verdes, favoreciendo al mismo tiempo una conectividad a lo largo del sistema urbano a través de una distribución estratégica del verde urbano, es decir, favoreciendo que la trama urbana sea más permeable (Rueda, 2009).
Para promover la entrada de biodiversidad beneficiosa en la ciudad, previamente se requiere una caracterización de la estructura verde urbana, y una evaluación a nivel de especies vegetales de cara a maximizar sus propiedades como atractores de biodiversidad (Boada y Sánchez, 2012). El análisis de la distribución del verde urbano se fundamenta en el modelo de teselas y corredores, entendiendo las teselas como los parques urbanos (Carbó-Ramírez y Zuria, 2011) y los corredores como las calles y avenidas (Fernández-Jurídic, 2000). Estas teselas (Forman, 1995) o nódulos de recarga conforman hábitats con conectores o corredores que otorgan permeabilidad al sistema urbano, y soportan niveles de biodiversidad desde un punto de vista dinámico (Marlès, 2017).


Biodiversidad urbana
Aunque las ciudades es un sistema rico, la biodiversidad urbana es distinta a la de los ecosistemas naturales, existiendo otras motivaciones para su fomento. En el caso de Boada y Capdevila (2000), para mejorar la biodiversidad, se propone la "naturación", que es un proceso basado en implantar estrategias y acciones sobre el verde urbano, incorporando más vegetación y espacios verdes con criterios socioecológicos, y con el fin de conseguir una “naturalitzación” del sistema urbano, es decir, favorecer la entrada de flora y fauna autóctona (Briz, 1999).
Las estrategias para aumentar la biodiversidad consistirán en aportar especies vegetales que producen frutos y semillas aprovechables por la fauna (trofotopo). En el momento de aportar verde en un jardín o parque, será muy importante tener en cuenta una serie de factores para influenciar positivamente la biodiversidad faunística, por ejemplo tener un calendario trófico de las especies vegetales para que durante todo el año haya recursos alimenticios para la fauna, ya que los frutos y semillas son una parte importante de la dieta de mucha fauna. El acceso a estos recursos es importante, especialmente en otoño y en invierno, dado que por ejemplo diferentes pájaros insectívoros en estas estaciones cambian de dieta por la escasez de artrópodos en este período, sustituyendo la proteína animal por la vegetal. Así pues, para el mantenimiento de la diversidad faunística, en el momento de naturar la ciudad y/o diseñar un jardín, será fundamental incorporar especies ornamentales que producen frutos durante el período de más escaso alimentario. Aparte de tener presente la época de maduración del fruto o semilla, también la perdurabilidad del mismo en la planta, la rentabilidad de producción trófica media por especie, la atracción del fruto y/o semilla de la vegetación para la fauna (Marlès, 2017).


Una segunda estrategia es la de incorporar especias que forman cavidades naturales (genotopo). Gracias a los factores que influyen en la formación de cavidades, la fauna puede beneficiarse de ellos para nidificar o refugiarse, y estos son: el tipo de especie; la edad del árbol (más vejez más cavidades); y la poda de invierno, la poda más agresiva como el terciado y en ramas gruesas tiende a formar más cavidades porque habitualmente la herida no cicatriza, aún más en los árboles de más edad, y también en las especies de madera blanda (chopos, álamos, negundos, sauces, etc.), las de madera dura (Quercus sp.) la poda no la perjudica tanto (Camprodón, 2003; Marlès, 2017).  Especies como: Fraxinus sp., Acer negundo, Platanus sp., Ulmus sp., Morus sp., Tilia sp., Olea europaea, Paulownia tomentosa, Schinus sp., Robinia pseudoacacia, Aesculus sp., Melia azederach, Celtis sp., Tamarix sp., Salix sp., Zelkova sp., Gleditsia triacanthos, Eucaliptus sp., Tamarix sp., Quercus sp.

De estas especies, hay que la formación de cavidad tiende a ser más grande que otras especies, como por ejemplo las cavidades debido a podas agresivas en Platanus sp. y Ulmus sp., son más grandes que las de Tamarix sp., y esto influenciará en atraer una biodiversidad u otra. Por ejemplo, las cavidades que tienen un diámetro grande, atraerán a aves más grandes, como por ejemplo el mochuelo; y las cavidades de diámetro pequeño atraerán a aves más pequeñas como por ejemplo el carbonero.

Otro aspecto a tener en cuenta, es la densidad de ramas y follaje, o las copas de árboles si están juntas, aportarán más biodiversidad faunística que en árboles con ramas y follaje poco denso y los individuos separados entre ellos. 

El tipo de gestión que se realiza en los espacios verdes influirá en un aumento o no de la biodiversidad, y por tanto las zonas urbanas juegan un papel clave para la conservación de la biodiversidad y en la estructura del paisaje.

Bibliografía

-Boada, M. y Capdevila, L. (2000). Barcelona, Biodiversitat urbana. Barcelona: Ajuntament de Barcelona, Sector de Manteniment i Serveis, Direcció de Serveis d’Educació Ambiental i Participació.

-Boada, M. y Sánchez, S. (2012). Naturaleza y cultura, biodiversidad urbana. Eco-innovación para la Mejoría Ambiental de Productos y Servicios. E. Diagrama. Sao Carlos. Capítulo 11. p.131-142.

-Briz, J. (1999). Naturación Urbana. Cubiertas Ecológicas y Mejora Medioambiental, Ediciones Mundiprensa.

-Bulkeley, H. y Davis, M. (2020). Nature-Based Solutions: Harnessing the Potential for Ambitious. Biodiversity Outcomes. [Whitepaper]. Post-2020 Biodiversity Framework. Retrieved from.

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-Dickey, A.; Oke, C.; Bush, J.; Hahs, A. (2021). La naturaleza en y entre las ciudades, enfoques metropolitanos para la conservación de la diversidad biológica. Estudios comparativos metropolitanos. Metropolis. Àrea Metropolitana de Barcelona. Local Governments for Sustainability.

-Fernández-Juricic, E. (2000). Avifaunal use of wooded streets in a urban landscape. Conservation Biology, 14, 513-521.

-Forman, R.T.T. (1995). Land mosaics: the ecology of landscape and regions. Cambridge University Press, Regne Unit.

-Magalhaes, M. (2007). A estratègia ecològica de paisagem. Conceptos e delimitacao- escales regional e municipal. ISA. Lisboa.

-Marlès, J. 2017. Tesis doctoral: Biodiversitat urbana, la ciutat com un ecosistema. El cas de les ciutats de Barcelona i de Valls. El cas de la ciutat de Barcelona. Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals (ICTA). Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

-Nel·lo, O. (dir); Durà, A. (coord). (1998). L’emigració residencial del continu urbà del Barcelonès vers la resta de la Regió Metropolitana de Barcelona. Barcelona: Consell Comarcal del Barcelonès i Institut d’Estudis Metropolitans de Barcelona.

-Ribeiro, L. y Barao, T. (2006). Greenways for recreation and maintenance of Landscape quality: 5 case studies in Portugal. Landscape urban planning 76:79-97.

-Rueda, S. (dir.). (2009). Plan de indicadores de Biodiversidad urbana de Vitoria-Gasteiz. Agencia de ecologia urbana de Barcelona. Pàg. 477.

-San Gil León, A., Coetzee, I., & Blatch, T. (2020). Nature Based Urban Solutions: Towards Transformative Change: Urban Contributions To Achieving The Global Biodiversity Agendas. [Whitepaper]. Urban20.

Jaume Marlès Magre

Doctor en Ciencia y Tecnología Ambientales; Técnico y gestor de espacios verdes urbanos

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