Naturaleza urbana en sociedad

Valencia Teruel 144 km, tan cerca y tan lejos

Hoy hablamos sobre la frecuencia, diversidad y facilidad de combinaciones que encontramos para desplazarnos en cortas y largas distancias en transporte público en España; salvo los oasis urbanos, las ciudades están aisladas de sus entornos de proximidad. Introducimos el concepto de "rurbano" y tiramos de algo de solastalgia. ¿Qué tiene que ver este asunto con el espíritu del blog, Naturaleza Urbana en Sociedad? Mucho, si pensamos en el Jardín planetario.

El año pasado por estas mismas fechas escribí un post relacionado con el vacío social que la COVID-19 provocó en los 8.131 pueblos de España ante la ausencia de sus fiestas patronales.

Tras un año intenso, donde en mi entorno de proximidad se han producido despedidas y complejas circunstancias vinculadas al tsunami de la COVID-19, me embarco en la tarea de subir a Cascante del Río, aunque sea en un trayecto exprés, compartiendo con amigos eso que nos hace mejores, ratos de proximidad.

Poco antes del confinamiento, disfruté de un viaje a Utrech, en Países Bajos; allí mi amiga Angi, docente de la universidad de Utrech me hablaba ya entonces de la política de transporte responsable de su universidad, promoviendo el uso del transporte público y los viajes por tierra antes que por aire. La frecuencia, diversidad y facilidad de combinaciones que encontramos para desplazarnos en cortas y largas distancias en transporte público me flipó y me frustró. En España, salvo los oasis urbanos, las ciudades están aisladas de los entornos de proximidad.

¿Porqué vinculo una y otra escapada? ¿Qué tiene que ver este asunto con el espíritu del blog, Naturaleza Urbana en Sociedad? 

La revista Ethic publica recientemente una sección imperdible siglo XXI Ciudades, donde todos sus artículos son esenciales, emplazándonos a reflexionar, en lo urbano y lo rural. El artículo titulado ”La crisis de identidad rurbana”, define el concepto “rurbano” como una mezcla real y necesaria entre lo rural y lo urbano.

Encontrar un vuelo para la península a medio día de un viernes y volver un lunes ha sido accesible y posible a un precio razonable, contando que estamos en agosto. La odisea está en subir con transporte público a Teruel, huyendo del "me alquilo un coche en el aeropuerto y a correr".

Teruel, tan cerca y tan lejos. De Valencia a Teruel google maps nos indica que hay 144 km.  Una distancia que se recorre según esta misma aplicación en 1 hora y  26 minutos circulando por la A-26.

Si te optas por tren RENFE te ofrece llegar a Teruel en 2 horas 27  minutos, pero dispones de sólo dos trayectos para todo el día, y eso que es un viernes de agosto. Si lo intentas en autobús, lo conseguirás en 2 horas y 15 minutos,  con dos trayectos.

Huelga decir que ambas opciones no son compatibles con las jornadas laborales.

Recientemente el gobierno de España anunciaba su voluntad de ampliar el Aeropuerto del El Prat; aludía en su alegato a favor de esta iniciativa de alcance, la creación de un sinfín de puestos de trabajo y el enriquecimiento económico del ámbito de proximidad al aeropuerto. Del mismo modo, en los últimos días se han producido reacciones de colectivos de la España vacía, reactivos a esta iniciativa del gobierno demandando alternativamente recursos distribuidos, ante una evidente necesidad de territorios tan cercanos y tan aislados, que resulta francamente complejo residir en ellos.

Hoy, a la entrada de un agosto sin fiestas, con pueblos expectantes a los reencuentros, quería visibilizar este asunto, fundamental en la transformación de lo "rurbano".

Os acompaño estos artículos, una entrevista de Sergio del Molino, en la que nos habla de su último título “Contra la España Vacía”, con un artículo de opinión de Daniel Gascón, que (sin ser mi primo), recoge la esencia de este debate.

Cuidemos del jardín planetario promoviendo  y demandando como sociedad un modus operandi como el de Paises Bajos, transponiendo (como las directivas europeas) a España para Teruel, Soria, Cáceres y muchos otros. ¿Te imaginas?

 

En estos días, disfrutad de vuestros encuentros; …  bajaré a la plaza en el rato en el que los músicos montarían la orquesta y, con la luz del atardecer, me pondré un pasodoble… (eso sí, si la cobertura me lo permite). ¡Cuidaros!

 

Inma Gascón

Ingeniero Agrónomo

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