Como es el caso en muchas urbes, hay áreas que históricamente han resultado marginadas por parte de las administraciones en cuanto a acceso a parques o zonas verdes, lo cual tiene un efecto directo en la salud de los residentes de dichos barrios. Los habitantes de zonas con acceso a parques o áreas naturales disfrutan de una mayor calidad del aire y tienen mayor facilidad para hacer ejercicio y hay estudios que indican que los niños que viven más cerca de parques padecen menores índices de obesidad.

¿Cómo se consigue que las distintas comunidades disfruten de las inversiones públicas en parques y espacios al aire libre de manera igualitaria?

Entre los ejemplos de referencia encontramos el caso de King County, el condado donde se encuentra la ciudad de Seattle en EE.UU, que estableció un ambicioso  plan de gestión integral del territorio que abarca desde la conservación de la biodiversidad y los bosques pasando por la mejora de la calidad del aire y la promoción de las iniciativas de negocio sostenible. El plan destaca por hacer especial hincapié en la justicia social y la equidad en cuanto al reparto de beneficios derivados de los espacios abiertos y parques naturales. El informe del Open Space Equity Cabinet estima que un cuarto de la población del condado, aproximadamente medio millón de personas no tiene acceso directo a un parque público, espacio verde, o sendero en naturaleza.

Las localidades con falta de acceso a espacios abiertos son también aquellas con menor renta por cápita y con mayores índices de hospitalización por problemas relacionados con el asma, la diabetes y la obesidad. Éstas áreas se han designado como Áreas de Oportunidad, allí donde hay mayor potencial para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El gabinete establece las bases para las actuaciones en el condado y se centra especialmente en el apoyo a iniciativas comunitarias donde los vecinos participan en la toma de decisiones y establecen que proyectos de mejora y conservación de los espacios naturales son los más adecuados para sus comunidades y barrios. El comité evalúa y destina fondos a estas iniciativas, bajo aprobación del ayuntamiento. Entre muchos proyectos aprobados, destaca la reconversión de un campo de golf privado en un parque público a través de la iniciativa de One Bothell, un grupo comunitario que propuso a la ciudad de Bothell comprar el campo con fondos públicos para convertirlo en un parque para toda la comunidad. Tras haber sido denegado en primera instancia, la compra y reconversión se consiguió finalmente en asociación con el Condado y financiación privada. Actualmente sigue el proceso de restauración y reconversión, donde los ciudadanos tendrán su palabra en el diseño e intervenciones a realizar en el nuevo parque, teniendo en cuenta las necesidades de conservación y manejo.

En el camino para construir ciudades mejores y más sostenibles para las personas, reconocer y definir cuales son las desigualdades entre barrios y comunidades en materia de acceso a los espacios al aire libre es clave para rediseñar y mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes de manera inclusiva, equitativa y participativa.